Agua y más agua....Ultimamos nuestros días nipones, perseguidos por un tifón llamado Halong: abriendo y cerrando paraguas, esquivando charcos y remojándonos de vez en cuando...
domingo, 10 de agosto de 2014
martes, 5 de agosto de 2014
Japón bajo el agua
Antes de iniciar nuestro periplo pensamos culminarlo con una inmersión para ver las tortugas que, por estas fechas, acuden a desovar a las playas de las islas del sur.
banyo junto al arroyo, 8 euros tiempo ilimitado. |
Creíamos que tendríamos unas ganas locas de bañarnos, sumergirnos y bucear entre peces de colores que juegan al escondite en el coral. Nos equivocábamos.
Encaramos la recta final de nuestro viaje más mojados de lo que esperábamos a esas alturas y es que, aunque sabíamos que en Japón durante el verano podía llover el momento, no imaginábamos que esta afirmación podría significar cinco días seguidos de lluvia y diluvios.
Aquí la lluvia es algo natural, hasta el punto que lo más habitual es salir de casa con el paraguas, del cual, por cierto, existen dos versiones. El más utilizado para los días de en lluvia es el de plástico transparente, ideal para dejar pasar la luz y disfrutar de la lluvia sobre uno sin mojarse.
La otra versión consiste en un paraguas mucho más pequeño y coqueto que suelen utilizar más las mujeres para protegerse de la reacción en los días soleados.
Aspecto que se le queda a uno tras salir del onsen |
¿Meditando o durmiendo? |
Tan acostumbrados están a los paraguas en general que en todos los comercios y restaurantes tienen unas cajoneras especiales dónde dejarlos antes de entrar, o unas máquinas que en un instante te envuelven el paraguas con una bolsa de plástico para que no gotee. Y tranquilos, aquí nadie tocará tu paraguas si lo dejas en la entrada del centro comercial o supermercado y sales dos horas más tarde. Estamos en Japón, aquí nadie toca nada que no sea suyo… Simplemente no es suyo!
Volviendo al tema del agua, una vez equipadoscon el chubasquero, paraguas y sandalias para evitar tener que deambular con los calcetines mojados, ya estamos preparados para chapotear por los charcos y seguir turisteando.
Aún así, si la humedad cala los huesos, no hay problema, porque hay una sorpresa que los japoneses nos tienen preparada: los onsen.
Japón está literalmente sumergido en agua caliente y aprovechando la gran cantidad de manantiales termales que brota de la tierra, los japoneses tienen la tradición de utilizarlos para multitud de cosas, entre ellas su importante higiene personal.
Así pues, los onsen constituyen una especie de "spa" (pero mucho menos sofisticados y mucho más encantadores) a los que acuden, a diario millones de japoneses para el ritual de limpieza.
Existen Onsen de todo de tipo, urbanos o rurales, de interior o de exterior, de montaña o frente al mar, con agua sulfurosas o ricas en hierro.
Da igual, todo vale a la hora de relajarse en la poza de agua humeante.
Pero que nadie piense en una piscina a la que se acude a pasar el rato; nada más lejos. Son baños, y la finalidad es la limpieza. De hecho, antes de entrar en el agua debes lavarte rigurosamente (verles a ellos es hipnotizante) y evidentemente uno no puede lavarse con el bañador puesto...
Conclusión, que sólo salimos de debajo del paraguas para meternos en el agua, y salimos de ella para evitar la con el paraguas.
Así pasamos últimamente nuestros días en Japón: bajo el agua.
contentos aunque no pare de llover...
PiA
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